Un criticado arbitraje impone la tensión del Real Madrid – Alavés. Las pérdidas de tiempo y las faltas cometidas pedían a gritos unas tarjetas que no se vieron en todo el encuentro.
Finalizada la expedición internacional de las madridistas por tierras cordobesas y desde el mismísimo estadio de El Sadar en Pamplona, toca hacer un breve paréntesis y analizar la semana de selecciones en las filas blancas. Con empate frente a Suecia y victoria histórica frente a Estados Unidos, el peso del equipo estuvo comandado por las alumnas de Alberto Toril. Grandes minutos en una ventana internacional que bien podría ser la primera evaluación de cara a la lista de convocadas para el Mundial de 2023.
Ya de lleno en la quinta jornada liguera, en un inicio de partido con dominio blanco, destacó una Nahikari muy activa en la recuperación a la presión adelantada aprovechando además los centros que le caían llovidos desde la banda de Feller. Rápida en la combinación estuvo la dupla cántabra-escocesa volviendo una vez más a regatear con majestuosidad próximas al área defendida por Jana. Varios disparos desde la frontal y otros tantos saques de esquina, no fueron suficientes para que las de Toril inaugurasen el marcador.
La acción de la primera parte llegaría tras un saque de falta que botó Gema para las gloriosas y que remataría de primeras Camila Sáez poniendo el balón bombeado hacia el travesaño. Una trayectoria perfecta e imposible para Misa que vio como subía el tanto al marcador (0-1). El conjunto alavesista celebró el gol con la euforia de recuperar las sensaciones que no habían encontrado en este inicio de temporada.
Lejos de venirse abajo, intentaron las blancas empatar el encuentro antes de marcharse a vestuarios con disparos desde el balcón del área y centros que no llegaron a buenas posiciones de remate. Desde las gradas, se pedía velocidad y cambios de orientación evitando así el repliegue defensivo que tan buenos frutos dio a las visitantes.

Ya en la segunda mitad, entraría en acción el ADN blanco iniciando una remontada llena de goles. Sin hacerse esperar demasiado, en el 54 se ponían las tablas en el marcador. Tras la triangulación en el corazón del área, Athenea del Castillo recogía un balón enviándolo sin demasiada potencia a portería que, por fuerza del destino, acababa chocando en la defensa alavesista y desviaba su trayectoria imposibilitando a su portera cambiar de dirección (1-1). Dos minutos más tarde, la 11 merengue subía el segundo tanto al luminoso capitaneando el torrente ofensivo al que someterían a su rival. De nuevo, con la media vuelta y el control del balón en una minúscula parcela de terreno, se deshacía de su marcadora para enviar el balón raso al fondo de la red (2-1). Y si el público allí presente, celebraba todavía el segundo de su equipo, Weir tenía ganas de más. Con asistencia de Nahikari, Caroline Weir superaba en carrera a la defensa y cruzaba el cuero para hacer el tercero de su equipo (3-1).
El festival de goles no había hecho más que empezar, tras 10 minutos de respiro, reanudaban las blancas su sentencia final. A placer dibujaban jugadas por ambos costados encontrando a la referencia en ataque, Esther. La de Huéscar entró con ganas apuntándose un magnífico triplete que en la memoria de todos quedará para el recuerdo. En el 71, Teresa Abelleira – providencial en las recuperaciones – botaba una falta que le acabaría llegando a Esther para que aumentase las distancias (4-1). En el 73, una conducción rápida de la recién incorporada Olga Carmona, dirigía la jugada hasta el área de las Gloriosas y centraba encontrando con facilidad la pierna adelantada de Esther que tan solo la tuvo que rozar para subir un nuevo gol (5-1). En el 81, la presión adelantada y la insistencia tendría su premio. En un saque en corto de portería, la guardameta visitante fallaba en su decisión y trató de luchar un balón que ganaría Esther cerrando su particular triplete en el encuentro (6-1). Para terminar de cerrar el resultado, la danesa Møller también quería sumar tantos a sus estadísticas y lo hacía aprovechando el pase de Svava desde el costado zurdo para enmarcar el (7-1).
Finalizaba el encuentro con la goleada blanca y el particular corrillo que forma Toril al terminar los partidos destacando los aspectos más relevantes. El Deportivo Alavés por su parte, se marchaba de la capital sin poder puntuar y sumando una nueva derrota al difícil inicio de temporada por el que atraviesan.