No cabe duda de uno de los bloques más perjudicados a causa de la pandemia provocada por el Covid-19 están siendo las futbolistas profesionales. Porque continúan siendo profesionales, a pesar de que en la propia institución que las acoge no se las considere como tal.
Llevan con su actividad profesional paralizada desde marzo. Va a comenzar el mes de septiembre y continúan sin tener una fecha de reinicio. Con una temporada 2019-20 finalizada demasiado temprano y sin jugar -teniendo en cuenta que las competiciones profesionales masculinas sí pudieron hacerlo, y también las internacionales femeninas- las futbolistas que compiten en España aún no saben cuándo comenzará su campaña 2020-21.
Una nueva demostración de que el fútbol femenino español continúa varios escalones por debajo del masculino, y no únicamente a nivel económico o laboral, sino que también van muchos pasos por detrás a nivel organizativo. El fútbol femenino (junto con el resto de competiciones que la RFEF considera no profesionales) está sufriendo la falta de organización que supone una vuelta a la competición en plena situación de pandemia.
Siguen siendo profesionales que necesitan desarrollar su trabajo y se lo continúan impidiendo. El motivo: la falta de presentación de un protocolo para poder desarrollar estas competiciones. Si bien la fecha que marcó en el calendario en un inicio la RFEF fue el próximo 5 de septiembre, el retraso en la elaboración de un protocolo que garantice la seguridad en la vuelta a los terrenos de juego tiene paralizado todo el fútbol femenino español. Mientras tanto, las grandes competiciones del resto de Europa ya tienen elaborado un plan de trabajo: Italia ya comenzó el día 22 de agosto y Alemania, Francia e Inglaterra lo harán la próxima semana.
Ante un panorama tan frustrante y desolador, las futbolistas de la Primera Iberdrola se han unido a la AFE para lanzar un comunicado expresando su malestar con la situación: «Las futbolistas de Primera Iberdrola junto con AFE, ante la incertidumbre del comienzo de la competición, queremos manifestar nuestra preocupación ante esta situación que afecta de manera directa a nuestras relaciones laborales, que reguladas por el Real Decreto 1006/1985, nos califica de deportistas profesionales, independientemente de la calificación de la competición de «no profesional«, señalan las jugadoras.
Añaden también su derecho a que «se garantice el ejercicio de nuestra profesión y se establezcan medidas para desarrollarla con garantías sanitarias, ya que nuestras familias dependen de ello». Por ello, piden que «se desarrolle un protocolo avalado por el Ministerio de Sanidad en coordinación con el Ministerio de Cultura y Deporte para garantizar la vuelta a la competición. Es estrictamente necesario que esta vuelta a la competición se realice a la mayor brevedad posible y además se establezca fecha cierta del comienzo de la misma«, finaliza el comunicado.